Paralelo a su trabajo como sacerdote de Ifá, se ha dedicado a investigar sobre los aspectos comunes que comparte la religión Òrìsàs en tierra Yorubá y en la vertiente cubana.
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Desde el año 2009, el babaláwo cubano Leonel Gámez ha estado participando en nuestro foro, siendo de gran ayuda para esclarecer una serie de temas que durante mucho tiempo han estado bajo la penumbra de la duda. El gran conocimiento religioso que ostenta, gracias a sus investigaciones en Nigeria y Cuba, especialmente en los aspectos donde convergen la vertiente Yorubá y la Cubana, ha hecho que muchas personas muestren un profundo interés en sus escritos, en especial aquellos que desean aprender con seriedad el tema Òrìsà. Por tal motivo ha llegado el momento de que la Revista Ashé le haga una entrevista para que nuestros lectores conozcan algunos aspectos de su vida religiosa.
¿Cómo fue su primera experiencia en la religión?
A pesar de haber nacido en el Oriente de la Isla de Cuba, en la ciudad de Bayamo, donde no existía en aquel tiempo este tipo de prácticas, mi mamá nos llevó a vivir a La Habana, contando yo con apenas 7 años. Ya en la capital, fuimos a vivir en La Habana Vieja, en el Barrio de Belén. Allí, en un solar (que es como una vecindad), en la calle picota # 178, comencé a conocer sobre la religión Yorùbá, Palo monte, Abakua, etc; pues en aquel sitio la gran mayoría de los que allí vivían, pertenecían a los diferentes cultos llegados a la isla cuando la esclavitud. Cuando se realizaban consagraciones de Oosa en uno de los cuartos de aquel solar, los muchachos nos asomábamos por debajo de las cortinas y así podíamos ver cuando hacían sacrificios y otros rituales, era apenas un niño y sentía curiosidad por lo que sucedía en ese cuarto. Cuando los mayores se daban cuenta nos regañaban y nos decían que esas cosas eran secretas y no debían ser vistas por quienes no estaban iniciados en ellas.
Pero aunque la religión me llamaba mucho la atención y comenzaba a indagar sobre ella, no entendía por que las personas consagradas en aquel solar, vivían igual a los demás que no estábamos consagrados, o sea, pensaba en ¿Qué mejoría tenían con sus adoraciones?. Yo en ese entonces no les observaba ninguna, pues lo veía desde la mirada material.
Fue muchos años después, cuando ya comencé a trabajar en la flota cubana de pesca, donde a pesar de tener buenas ganancias y una vida bastante desahogada, tenía muchos contratiempos en otros aspectos de mi vida. Fue entonces cuando mi mamá me aconsejó ir con la que después se convirtió en mi madrina, Estrella «Okan Tomi», y fue ella quien guio mis primeros pasos en la religión, hasta que ella misma me recomendó con el que después se convirtió en mi Oluwo, Orlando Mazón Hernández «Ogunda Dio», quien me fue guiando a recibir, primero los guerreros, después Òrúnmìlà y con el tiempo pase entonces por el proceso del santo hasta llegar a Ifá.
¿Qué le motivó a seguir esta práctica y a iniciarse en ella?
Me motivó ver que no se trataba de una persona diciéndote algo que te quería imponer. Cuando mi padrino me dijo que yo tenía que pasar a Ifá le pedí que me enseñara el libro donde decía eso, a lo que él accedió, y al ver que esto era algo tan profundo, capaz de guiarnos con su filosofía y sus enseñanzas, además de la recomendación de los ébó (sacrificios) para lograr vencer las dificultades que la vida nos pone en el camino, me fue interesando y esa fue la razón por la que llegue a consagrarme en Ifá.
Cuando entre en el sacerdocio de Ifá, le había pedido a mi padrino que no se me impusiera que tenía que trabajar la religión, yo quería esto para mí y mi familia, para estudiarlo y conocer más sobre su origen y su gran sabiduría, sin embargo, cuando mi signo salió y se me hablo en Itá, se me dijo que había nacido para ser Babaláwo, que Ifá decía en mi signo que no había nacido para trabajar en otra cosa que no fuera Ifá.
En ese momento pegue el grito en el cielo, pues yo había estudiado para trabajar en los barcos y en ese momento me desempañaba laborando en una brigada de reparación, algo que era realmente codiciado por la gran mayoría, siempre estaba reparando barcos en diferentes países y además, era lo que me gustaba, sin embargo, como lo tenía planificado yo, seguí trabajando en los barcos mientras me iba preparando e iba estudiando Ifá a profundidad. Por una parte, para que Òrúnmìlà no me pidiera salir de mi trabajo y por la otra, porque me gustaba la religión, a mi regreso de mis viajes siempre me estaba esperando mi Ojugbona Benito Rodríguez «Òsé Paure» (pues ya mi Oluwo había muerto), para decirme que al día siguiente o el fin de semana teníamos consagraciones o ceremonias.
Nunca me despegue de Ifá y a pesar de que me pasaba 6 meses fuera, nunca deje una ceremonia por las fiestas y la pachanga. Los que me conocen, sabe que desde siempre le dedique mi vida a Ifá, fue así como aprendía en los barcos la teoría o repasaba la practica en todo el tiempo que pasaba lejos de mi tierra y sin contacto ninguno con la religión.
¿Tuvo influencias de algunas personas cercanas?
Bueno, como explique, fue mi mamá quien me sugirió ir a buscar ayuda espiritual, y en realidad en mi familia nadie estaba consagrado en esta religión, yo fui el primero. En el santo me dijeron, al salir Oshe, que la aguja lleva el hilo, que mi familia entraría por donde mismo yo había entrado y así fue, poco a poco una gran parte de mi familia está consagrada en la Oosa y en Ifá, comenzando con los más cercanos. Mi madre que se consagró en Oshún, mi hermano también consagrado en Oshún y posteriormente en Ifá; mis tías, primos y en la actualidad todos mis hijos se han consagrado en Oosa e Ifá, pues para mi es de mucha importancia que desde chicos sepan cuáles son sus prohibiciones y las eviten.
Pues por ejemplo, el mayor de mis hijos se consagro a los 7 años de vida en Ifá y su odu es Otura Niko, un signo que indica que la persona puede llegar a ser adicto al alcohol; muchos con este odu les gusta la bebida y así lo dice Ifá, pero ya sabiendo las debilidades del odu, es más fácil para uno como padre darle las indicaciones a los hijos basados en los consejos de Ifá por los signos de cada uno y no haciéndolo de una forma general, pues nadie tiene el mismo destino y por supuesto, tampoco requieren los mismos tratos. En la actualidad mi hijo mayor cuenta con 19 años de edad y no le gusta la bebida y eso es algo que se evita gracias a Ifá y al respeto a los eewos (prohibiciones) que desde chico se le fueron indicando.
Por ello, nosotros los seguidores de la religión Yorùbá, no debemos de esperar a que nuestros hijos sean ya mayores para iniciarlos, muchas personas dicen que es mejor esperar a que ellos por si mismos determinen su camino, pero desde mi punto de vista, de chicos a grandes, muchas cosas podrían pasar y por supuesto que la gran mayoría se podrían evitar si sabemos cuáles son las problemáticas principales que ellos presentarán.
¿En qué año fueron sus consagraciones de Oosa e Ifá?
Estas fueron el día 30 de mayo del año 1986, el santo, y el día 20 de agosto del mismo año, el Ifá.
¿Qué diferencias ha notado en la gente que practicó, y práctica, la religión en la época en que usted comenzó y en los tiempos actuales?
Las diferencias son muy grandes, antes había mucho respeto. Una Olòrìsà ni siquiera se ponía una secadora en la cabeza de las existentes en la época para secarse el cabello con el aire caliente. Mucho menos se veía a un Iyawo en fiestas, discotecas, etc; como se ve en la actualidad, la gente respetaba más la religión, entraba por convicción a la misma, no por embullo y mucho menos con la intención de trabajarla sin aprender antes la profundidad de ella. Muchas cosas se han dejado de respetar y por supuesto, hoy se ven más problemas entre la población religiosa debido a las mismas faltas a todo lo que se considera debe de ser respetado.
¿A quiénes considera como los baluartes más importantes en la historia de la religión en Cuba, en lo que respecta a Ifá?
Bueno, es imprescindible que se nombre entre los que llegaron de Nigeria, a ño José Akunkun quien era Oyeku Meji, también a Olugere, otro Oyeku Meji, muchos confunden la historia de los dos como si se tratara de la misma persona, pero eran dos baluartes de la época, junto a Ifá Omi, Atanda, etc. Sin embargo, de las formaciones criollas, estaban Bernabé Menocal «Ejiogbe», Tata Gaitán «Ogunda Fun», Ramon Febles «Ogbe Tua», Bernardo Rojas «Irete Ntedi», Facundo Sevilla «Ogbe Di», Miguel Febles «Odi ka» y muchos otros que de alguna forma fueron como los que avivaron el fuego de Ifá en la isla, sin embargo, se tiene que reconocer, para el patrimonio de Ifá en Cuba, el trabajo de Ramón Febles, quien le pagaba a unos africanos, no recuerdo bien si era a Olugere o a ño José Akunkun con otro más de aquel tiempo, para que le enseñaran Ifá a Miguel Febles «Odi Ka», cuando apenas era un niño, pero ¿Qué paso?, que los africanos se negaron a que se copiara nada, ellos decían que Ifá se aprendia de forma oral y entonces así comenzaron a enseñarle a Miguel Febles. A Ramon Febles entonces se le ocurrio la idea de poner como una vitrina con un hueco detrás donde cupiera un hombre medio inclinado, ahí entonces se metia Bernardo Rojas «Irete Ntedi» a copiar todo lo que ellos le iban dictando a Miguel, por ello, muchos rezos y pláticas Yorùbá están escritas a los que se podía entender y escribir en español. De esas escrituras se conformaron algunos de los primeros libros afrocubanos, que son 3 de Ramón Febles «Ogbe Tua». Por su parte, también Tata Gaytán logro aprender mucho en aquellos tiempos y se sabe que fue uno de los que más Pataki de Ifá aprendió con todo y su rezo (Ese Ifá) en aquellos tiempos, el libro de Tata, para mi, es el que más similitud tiene con la práctica Yorùbá actual en Nigeria. Estos fueron los primeros libros existentes en la isla, solo que nunca salieron a la luz pública, lo mantenían una pequeña cantidad de Babaláwos que más o menos seguían la misma línea religiosa de quienes fueron sus autores. El libro más conocido de Ifá fue el de Pedro Arango y era en aquellos tiempos lo que se le llamaba la cartilla de Ifá, pero para mi, todos los Babaláwos afrocubanos le debemos mucho a Miguel Febles, pues en aquellos tiempos no se daban papeles ni conocimientos a cualquiera y fue Miguel quien comenzó a enseñar Ifá no sólo en La Habana, sino en Matanzas, Cienfuegos, Palmira, etc.
¿Qué motivó su búsqueda hacia las raíces africanas?
Lo que me hizo comenzar esa búsqueda fueron los cambios que fui viendo a pasos agigantados en una gran parte de las ramas en la isla, algo que contrastaba mucho con lo que se veía en aquella época. Los cambios eran muchos, y lo peor no era eso, sino que se comenzaba a hacer ver como la única verdad y eso quitaba la posibilidad de que los viejos siguieran llevando sus cosas de forma adecuada, como ellos lo aprendieron, pues la nueva generación al ver un Orò sin ita (por ejemplo) ya lo criticaban como algo mal, cuando realmente Orò nunca tuvo itá en Cuba. También se fueron agregando rituales de odu específicos y eso no está bien, cada Odu puede tener algún ritual o ceremonia al salir en una ceremonia, pero no se debe de incrustar en los rituales generales de las consagraciones de Ifá. Todavía en mi Ifá se llevaron dos chivas para el ritual, pero sólo por si salía méjì, al no salir el signo doble una de las chivas se devolvió. Ya esto en la actualidad es una ley, o sea dar dos chivas, y dar una es visto así como una violación, cuando es lo correcto y fue un ritual dejado por nuestros ancestros. Sinceramente fueron muchas las cosas que me hicieron buscar en Nigeria para ver lo que si tenia una similitud con el Ifá de aquel tiempo, o lo que no, independientemente de que yo había visto las dos formas de hacerlo. Y no es que esto le quite algo a Ifá, pero considero que no se le debe de imponer rituales que no son para Ifá en general, sino para algunos odu cuando estos salen en la ceremonia.
¿Cuál fue su pensamiento al notar que algunas costumbres de la vertiente afrocubana, las cuales se han mantenido desde la época de los esclavos, son las mismas que se ven actualmente en Nigeria?
Primero hay que destacar que es muy difícil, si estás acostumbrado a la forma que se lleva en Cuba, darse cuenta de que se trata de los mismos cantos o rezos de la vertiente Nigeriana, la fonética no es la misma en muchos casos, y en otros, los rezos se aprendieron de forma escrita y no se siguió llevando la misma entonación, sin embargo, si le pones oído te das cuenta que se trata de lo mismo y para mi fue un orgullo que todo aquello que dejaron los ancestros, está ahí en el Ifá africano, con otras palabras, pero ahí estaba. Por ejemplo, el Mamuraye que nosotros hacemos en Itá, muchos africanistas decían que eso era invento afrocubano, pues no, eso esta ahí y lo pueden encontrar en el mismo odu con que se reza en Cuba, Òsé Òkànràn, y se tiene de igual forma para alejar la muerte. El Arapan Fogege (que en Cuba le dicen Alawan Fogete), el canto para comenzar a lavar a Òrúnmilá, termina diciendo «Alade toju bomi soro» (asi le dicen en Cuba), y en Nigeria dicen «Obalade tori bomi», o sea, Obalade o Alade, son las dos formas de referirse a Òrúnmìlà; el resto significa «va a meter su cabeza en el agua, y la va a sacar». El Sarayeye es igual, claro, en todos estos casos en nuestra tierra se fue dejando el canto como lo importante y se fue obviando el rezo. Algo en lo que estoy trabajando es en el rescate a estos rezos que es donde se expresa la problemática, y luego se cae en lo que dice el canto, o sea, el canto es la alabanza que se hace luego de saber lo que explica el rezo.
¿En qué cree que deberían enfocarse los practicantes de Ifá acá en América?
En mantener la estructura que dejaron nuestros ancestros en nuestra tierra. No importa cuántas cosas pueda aprender de Ifá un Babaláwo, puede aprender mucho más rezos, muchos más cantos, muchos más Pataki o Ese Ifá, pero considero importante que no rompa esa estructura, pues tenemos que recordar que nuestro sistema, tanto de la Oosa como de Ifá, no se conformó de un solo linaje, sino que fue la fusión de muchos linajes llegados a la isla desde varias partes de Nigeria. Volver a guiarse por la estructura de un linaje X de Nigeria, es volver a caer en sectarismos, algo que con la fusión de todos los linajes en Cuba, se eliminó. ¿Cómo puede haber personas que quieran volver a ser parte de un clan X y no parte de una religión? Es importante que en todos los países donde ha llegado nuestra tradición, sus miembros la estudien a profundidad apegados a sus mayores y no a lo que encuentran en escritos inapropiados publicados en internet. También, quienes comienzan a tener ahijados, deben ser honestos con ellos mismos y deben prepararse bien para poder guiar a los demás. Considero que nuestra tradición ha crecido mucho pero ha ido perdiendo profundidad, es importante que se restablezca el orden y por lo menos aquellos que se dedican a trabajar la religión tengan una preparación bien profunda antes de hacer cosas que ni ellos mismos entienden. ¿Cómo explicarle a otros lo que no se conoce?, yo he sabido de personas dirigiendo Ifá sin saber siquiera realizar un ebo de tablero, ¿qué puede esperarse de eso?. Los que quieren esta religión no deben prestarse a las malas consagraciones que hagan quienes la están destruyendo. Si invitan a un Olòrìsà o a un Babaláwo a un Ifá y no se tienen gente seria en esa consagración, o no se cuenta con un buen Oba que dirija la ceremonia y personas preparadas, simplemente que no participen en esas malas prácticas y hacerlas del conocimiento de los demás religiosos para que no se admitan ese tipo de personas en consagraciones serias. Quienes quieran ser respetados, primero deben respetar la religión.
¿Cómo se siente con su práctica de Ifá en México?
Cuando llegué a México apenas habían Babaláwos y había un poco más de Olòrìsàs. Yo considero que se ha hecho un buen trabajo con la religión en México, sin embargo, es imposible que se trate de abarcar a todos los religiosos de una nación, unos no participan por sus propios compromisos, otros porque no les conviene y otros porque lo de ellos es hacer lo contrario a lo que se le exigiría en una sociedad que trata de mantener los valores de una tradición. Sobre el trabajo que vengo haciendo, bueno los que me conocen saben mucho sobre la finalidad de esta labor, y otros, los que no me conocen, muchas veces especulan sobre este trabajo sin saber a ciencia cierta de que se trata. Algunos dicen que hago Ifá en 3 dias, o que he cambiado la estructura del Ifá afrocubano, es incierto todo eso, para mi es importante mantener la misma estructura pero a su vez rescatar los rezos que se fueron dejando de emplear y que sabemos existen porque incluso hoy en día se tiene la parte final que es el canto que se escucha en muchos de los rituales conservados en nuestra tradición. Fuera de eso, yo me siento contento con lo que hemos logrado, al menos me orgullece cada vez que veo que lo que se conservó está ahí en su cuna, aún de una forma similar, eso me alienta a seguir investigando sin importar muchas veces lo que digan los que no me conocen. Sé que es un trabajo que agradecen y agradecerán todos los buenos religiosos que desean mantener su cultura de una forma impecable.
¿Cree que se pueden rescatar algunos aspectos que los esclavos trajeron a Cuba y con el tiempo se fueron perdiendo? Por ejemplo: cantos, oraciones incompletas, rituales incompletos, etc.
Sí claro, eso es lo que vengo haciendo, uno de esos trabajos fue el ebo restaurado de Miguel Febles, aunque la forma de los odu está acomodada como lo dejó su primer ahijado José Ramón Ávila Otero «Ikadi», ahí podemos encontrar muchos de los rezos que se mantuvieron en nuestra tradición y que por una u otra razón se fue perdiendo su tonalidad original. Además de eso, también se rescató el rezo del «Mba riku ma mbaja» (Ariku mambaja, como se conoce en Cuba) algo que muchos decían que era invento cubano. Otra cosa que otros aseguraban era que en Nigeria no se presentaban las carnes de los animales, eso también se rescató, y cuando hablo de rescatar es que ya lo aprendí y lo comencé a enseñar a quienes forman parte de mi rama y mis amigos, así como los miembros de la sociedad que tienen interés en estos estudios. También hemos rescatado muchos cantos y rezos empleados en Ifá pero que con el tiempo se fueron cambiando o deteriorando como el caso del canto del collar grande del awo (Ide agba), el mismo que en Cuba se cantaba «Ade raba ade rawo», y su canto original dice «Dedere la gbade awo dedere la gbade awo», etc; este canto se refiere a «Ide agba ide awo» (el collar grande del awo). Como estos, podemos hablar de muchos rezos y cantos que ya se han logrado rescatar y no podemos negar que por tanto tiempo empleando solo la lengua para los rituales, es normal que hoy en día muchos rezos tengan algunas palabras un poco diferentes y esto es algo que si podemos rescatarlo y hacer que se conserve de una forma adecuada, ayuda a la buena conservación de nuestra tradición y a rescatar sus grandes valores.
Sabemos que dirige una comunidad religiosa importante en México, ¿puede darnos detalles de las actividades que realizan?
Bueno, la Sociedad Yorùbá de México tiene muchos años de fundada, su finalidad es buscar la forma de unificar los miembros de nuestra religión. Está claro que si tenemos una religión donde todos sus miembros están divididos, entonces tendremos una comunidad dividida y por consiguiente se encontrarán deformaciones en muchas de sus ramificaciones. Si estamos unidos, estamos actuando como el mismo Ifá. Podemos ver que un solo Ikin es Ifá, sin embargo, con un solo ikin no se puede trabajar Ifá, o sea, no se puede usar Ifá para adivinación. Los religiosos, tanto de Oosa como de Ifá, debemos estar juntos y apoyarnos en todo, sin divisiones ni conflictos de interés. Si cada quien se dedica a lo suyo y respeta la otra parte, nuestra religión no se vería tan dividida en ningún país. Aquí en México en parte se ha logrado, tenemos grandes Orí ate y OlÒrìsàs respetuosos, así como Babaláwos a los que se le inculca el respeto por los Olòrìsàs, de esta forma, podemos vivir y trabajar en armonía los unos con los otros. Si hablamos por hablar sobre las bases de nuestra religión, es difícil que la misma vaya creciendo sin que sus miembros sepan cómo y por qué existieron cambios. Es importante estar unidos para encontrarle respuestas a cosas que, si se trabaja en solitario muchas veces no se van a encontrar. En los foros de internet podemos notar que la gran mayoría de las discusiones vienen precisamente cuando los que desconocen cómo era esta tradición, quieren imponer la forma en que la conocieron hace poco tiempo, estas cosas no pasarían si se mantiene de vez en cuando una forma de convivencia como lo hacemos en la Sociedad Yorùbá de México. Entre otras cosas, también venimos realizando rituales en cada reunión, con la finalidad de enseñar a los miembros de forma práctica las diferentes ceremonias que debe aprender un Babaláwo, tales como rogaciones de cabeza normales, con pargo, con animales de pluma, comida a Eegun, Ipese para las Iyami, Agbon a Asowano, etc; y nos prometimos cada mes llevarle una enseñanza a quienes comienzan y de alguna forma tienen interés en aprender las cosas de una forma adecuada para poderle servir a su comunidad religiosa. Estamos en vías de legalizar la religión en México, para que se le respete y sus miembros no sean vistos como brujos o sectarios. Una vez legalizada se está buscando el apoyo de organizaciones no gubernamentales e incluso del gobierno para crear un gran templo Yorùbá en tierra mexicana. En fin, se tienen muchos planes tanto para el futuro inmediato como para el futuro a largo plazo.
¿Tiene algún plan paralelo a su práctica de Ifá, con el cual pudiera influir en el mejoramiento de la práctica de la religión en tierra americana?
Los planes de la Sociedad Yorùbá de México es poder llevar los foros que hacemos, en forma anual, fuera de tierras mexicanas; claro, en cada caso dándole su lugar a los diferentes Ilé con que cuente cada tierra donde podamos compartir este tipo de experiencias. Considero muy importante que mantengamos lazos de amistad y contribución religiosa con otras tierras donde se practica la misma tradición, con la finalidad de mantener una guía común y con ello se evitaría la distorsión de nuestro legado. De esta forma se puede hacer llegar a las diferentes tierras todo lo que se ha podido rescatar y estoy seguro que los que aman esta religión lo agradecerán.
Para finalizar, ¿podría dar un consejo a nuestros lectores?
Solo me resta pedir que todos veamos por el rescate de nuestros grandes valores y que aquellos que no conozcan sobre ellos, al menos antes de criticar ese trabajo pregunten sin pena en que consiste para que evitemos conflictos cuando estamos luchando por lo mismo. No estamos yendo en sentido contrario, sólo que nos estamos uniendo para llevar el mensaje a las futuras generaciones. Luchemos por evitar que se degenere en nuestras tierras nuestra tradición, la misma que se nos legó con tanto sacrificio, así como la que se mantiene en tierras Yorùbá. No luchemos entre los miembros de una y otra tradición, las dos tienen sus valores y eso es lo que nos debe unir. Evitemos los conflictos entre miembros de las diferentes vertientes, considero que se puede discutir y llevar cada quien sus criterios, siempre bien fundamentados y de forma respetuosa. No tenemos que caer en faltas para explicar nuestros puntos de vista, pues si no respetamos a los demás, los demás no tienen por qué respetarnos a nosotros. Para culminar, agradezco a la Revista Ashe su trabajo, la misma que se ha mantenido por muchos años y ha servido para que muchos aclaren sus dudas. Le doy gracias a su directiva, así como a los administradores y miembros de su foro, quienes están allí haciendo un trabajo incalculable en cada una de las discusiones. A todos ellos y a todos los que desde sus propios Ilé hacen que se conserve el respeto hacia nuestra religión, va mi más sincero saludo y mi apoyo desinteresado. ■
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