Hace un tiempo presencié una conversación donde se hablaba sobre cuál sería la antigüedad de la religión Ifá/Òrìsà. La polémica se desarrolló entre dos Babaláwos y giraba en torno a si dicha práctica religiosa tenía o no, alrededor de 5.000 años. Esto hizo que recordara que la fundación del pueblo Yorùbá, radicado en África centro-occidental, fue uno de los logros del òrìsà Odùdúwà. Efectivamente cuando se revisa la historia y los vestigios antropológicos de esta nación, su antigüedad data de hace más de 5 milenios; pero, ¿y qué pasó antes de esos acontecimientos?
Para sustentar este análisis debemos tener en cuenta uno de los aspectos conceptuales de Ifá: “La sabia palabra de Dios esparcida en la Tierra para guiar al ser humano luego de la Creación”. A la vez debemos tener en cuenta la presencia de los Òrìsàs en nuestro planeta, los cuales han estado acá desde la propia Creación, tal como lo narran las historias sagradas. Por ejemplo, el odu Ògúndá Méjì revela cómo Òlódùmarè mandó a Ògún y a Olókun a poblar la Tierra, y tras el fracaso de ambos, fue Òrúnmìlà quien pudo lograr esta hazaña. Si relacionamos esta historia con el hallazgo del fósil del ascendiente humano más antiguo, tendremos una fecha aproximada de la presencia de los Òrìsàs en la Tierra, así como la influencia de Ifá en la misma.
En la portada que la revista Nature dedicó al descubrimiento citado, cuya foto encabeza este escrito, podemos observar una recreación del rostro del homínido más antiguo, a quien se le ha dado el nombre de Toumai y quien tiene la impresionante edad de 7 millones de años. Así que, fundamentados en hechos científicos, antropológicos y religiosos, podemos asegurar que los Òrìsàs han estado en la Tierra mucho antes de que Odùdúwà fundara la nación Yorùbá. Estamos hablando, en un sentido metafórico, sobre el hecho de que hace millones de años Sàngó se manifestó en forma de fuego ante los antecesores de los humanos, tiempo después Ògún les suministró los metales y la técnica para la fabricación de las primeras herramientas y Òrúnmìlà los guio transmitiéndoles Ifá a través del raciocinio. De hecho, hay historias de Ifá que narran eventos acontecidos mucho antes de la aparición del hombre en la Tierra, como por ejemplo aquella que relata la violación de Yemayá por uno de sus hijos, lo cual no es otra cosa que una metáfora que hace referencia a la lava volcánica entrando al mar, lo cual produjo los microorganismos que comenzaron el proceso de evolución de la vida en el planeta.
En apariencia, este tipo de tema no tiene importancia cuando los Babaláwos o los Olòrìsàs están interpretando el Oráculo de Ifá o el Oráculo de los Caracoles respectivamente, a fin de buscar la solución a algún problema que agobia a la persona que se consulta o para darle los consejos que los Òrìsàs le quieren transmitir; no obstante, considero que para los seguidores de la tradición Òrìsà es vital estar conscientes del estrecho vínculo que tenemos con las fuerzas primordiales que estuvieron presentes en la Creación, ya que hoy aún actúan sobre el mundo e influyen nuestras vidas. ■